Mi formación académica y dedicación laboral ante todo fue analógica y electromagnética, en los últimos años de activo se me vino encima la era digital y como consecuencia la prejubilación no deseada.
Al jubilarme tomé la certera decisión de dedicarme al estudio de las humanidades y a la vez unirme al mundo de las artes.
Busque la variedad que eso es lo que da la fuerza para seguir viviendo.
Aproveché la posibilidad que ofrecen las redes sociales para darme cuenta de que detrás de las pantallas hay personas que aprovechan la oportunidad que nos ofrecen las redes sociales para abrir caminos de conocimiento con contenidos positivos y que aportan valores, ideas y soluciones al ser humano y no absorber tantas tonterías que se cuelgan en la Red para convertirnos en una sociedad cada vez más alienada que nos lleva a una vida sin sentido.
Aprovechemos, somos pocos granitos de arena pero podemos hacer mucho si nos organizamos como grupo para que no nos conviertan en robots.
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