Almudena Mestre
Asistir a la tertulia de Justo Sotelo cada martes del año es una fiesta, una invitación al conocimiento y al ocio, una ventana abierta al mundo exterior y un espacio donde compartir opiniones, ideas, reflexiones. Siempre unas risas que atraviesan los pensamientos conscientes e inconscientes de los tertulianos y nos dejan un buen sabor de boca. Una tarde más de complicidades, de miradas, de expresiones y de lecturas. Entre veinticinco personas que nos conectamos ayer de forma virtual a la tertulia pudimos encontrar diferentes voces que nos hablaron de su último libro leído. Chema Menéndez nos habló del maravilloso libro que acaba de publicar “Prosas, versos y pinturas”, un recorrido de vida en la que con mucho cariño dedicó a su familia y a los amigos allegado. Dividido en cuatro partes, con una fotografía suya en la portada, una introducción, 90 cuadros referenciados con 90 páginas definidas por variaciones que se plasman en un índice. Un libro reflexivo, lleno de opiniones y comentarios sobre la curiosidad que siente una persona jubilada ante la vida. Francisca Arias Tovar nos acercó a la “Antología bilingüe de Emily Dickinson” donde nos leyó unos extractos del prólogo y dos pequeños poemas de libros están en español y en inglés en las dos. Juan Tena nos habló un poco sobre “Una piscina en la bodega” de una tertuliana Carmen Sogo, “El pedigrí” de Patrick Modiano y la relevancia de importancia que tiene los perros en la literatura y por último, “Un hombre que se parecía a Al Pacino” de Justo Sotelo como un conjunto de “perlas literarias”.
Isabel Fernández Bernaldo de Quirós referenció el libro “Poeta en Madrid” de Justo Sotelo donde resaltó la estructura, al dominio del lenguaje y descripción de personajes. Mahler, Puccini, Mozart… Ojos Miel (Maria Jose) nos habló de “El Cuarteto de Alejandría” y lo unió a Umberto Eco y a los personajes fluctuantes. Mariola Satorre desde Méjico estaba leyendo “Ramón El preocupón”, Papillón y uno de Borges en inglés. Javier Del Prado Biezma nos habló de “La inquietud de las flores” de Isabel F.Bernaldo de poesía donde existe una mirada de la naturaleza, de la planitud, de la existencia y donde es imprescindible recuperar al Otro y a lo Otro. Una convivencia explosiva y una experiencia gozosa. Antonio Banus estaba leyendo un libro de arte románico “La luz y el misterio de las catedrales” de Peridis. Viviana nos leyó sonetos de tintín Racionero Carmona y un poema del libro “Poemas al borde del camino” de Nicolás Puente y él a su vez se lo agradeció. Y yo les hablé de la última novela que estoy leyendo “En el fondo, un crimen” (Huerga y Fierro, 2024) de Idoia Arbillaga y la recomendé porque me parece que está muy bien escrita y documentada. Estructurada en dos partes y varios capítulos, es una novela finalista del Premio Ateneo de Sevilla.
Supone un viaje de descubrimiento de los personajes con varias tramas narrativas entrelazadas, con diferentes espacios y diferentes tiempos intercalados; la amistad, el amor, la seducción, el erotismo y el crecimiento personal aparecen dentro de una trama que nos acerca al buceo (la autora es buza certificada desde 2005), a la arquitectura, a los viajes y relaciones humanas . El hundimiento del buque Sirio en 1906 se intercalada con el siglo XXI en una novela entretejida y un discurso muy ágil, rápido y trepidante. Argentina, Grecia y Croacia y amor bisexual. Os la aconsejo y os la recomiendo ya que está todavía en la caseta 248 de HUERGA y FIERRO Editores de la Feria del Libro.
Como dijo Justo Sotelo, “una de las cosas más más bonitas de la tertulia, lo que pasa es que lo tenéis ahora bueno en la pantalla, que yo estoy observando, es que mi Nicolás está en Alemania y ya no está en Argentina y al lado de mi pantalla está Mariola en México no es fantástico para que luego digamos que la tecnología no es fantástica tendrá muchos fallos pero desde esta parte me parece maravilloso”. Y un recuerdo muy especial al amigo al que se dedicó la tertulia de ayer con todo nuestro cariño. Y se quedaron en el tintero muchos libros leídos por tertulianos que no hablaron y a los que mando un beso enorme. En definitiva, un mosaico de libros, un universo de seres y un conjunto de rostros que amamos la literatura y compartimos momentos deliciosos.
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