Muchos
años llevo caminando al encuentro de mis raíces y cada año que pasa más me
alejo de ellas pero siento que en mis genes están y me persiguen
Hace
más de sesenta años conocí a mi bisabuela, la abuela de mi madre, la recuerdo
envuelta su cabeza con un pañuelo negro, ojos negros, graves y profundos, como
su voz que a mí con poco más de cinco años me amedrentaba porque parecía que
saliera de una caverna, ella entonces era centenaria. Aquellos años 50 la vida
en los campos asturianos eran de siembra y recogida para comer y de criar
ganado y matanza para subsistir.
Mi
padre, mi abuelo y sus antecesores eran ganaderos y conocidos por los auteiros,
apodo que tenía que ver con una importante marca de ganadería y así de alguna
manera hacían valer el origen medieval del apellido Menéndez de origen
patronímico, derivado del nombre del padre del progenitor de esta familia. El
origen del apellido viene de los tiempos de los visigodos del disminutívo Menendo,
derivado del nombre de pila Ermendo, o sea el godo Hermenegildo que viene de
Airmaganil, formado por “airmana” que significa “ganado mayor (bovino y
caballar) y “gilos” que significa “valor”. Contribuyó a la popularidad de este
apellido la figura de San Hermenegildo, santo que vivió durante el siglo VI.
Por otra parte la terminación “ez”
significaba ¨hijo de”. Por lo tanto la traducción exacta de este apellido
equivale a “ Hijo de Hermenegildo” o “hijo del que vale por su ganado”.
Hubo
familias nobles con este apellido en Avilés, Gijón y Oviedo, todas ellas
ciudades de la región Asturiana.
Y
hasta aquí pude llegar con la recogida de información así que seguiré en el
camino, contemplando en recuerdo de mis antepasados la tabla en la que pinté
la heráldica del apellido y tomando otra acepción al termino de la palabra que
a ellos les dignificaba, espero que con mi labor sus cariños me haya ganado.
¡Excelente aporte!
ResponderEliminarYa me gustaría a mí averiguar cual de mis antepasados fue el primero en 'distraerse' de las obligaciones inherentes al estatus nobiliario que mencionas, mi apreciado 'i-hermano'.
Cuando me jubile me compro un rocín y una vaca: Hermenendo y Gilda.
Saludos.
Muchas gracias “i-hermano” por tu inteligente reflexión. Yo ya jubilado me regocijo cuando voy a Asturias y desde Belmonte de Miranda me acerco a un pueblín a 5 kilómetros, Villar de Tejón donde está la casa de los auteiros allí vive mi primo y lo primero que le digo cuando le veo es que me enseñe la cuadra donde tiene el ganado y en ese momento mis raíces se renuevan.
ResponderEliminarUn abrazo querido “i-hermano"