Cuando me jubilé después de una formación académica y
laboral eminentemente técnica comencé a interesarme por los aspectos humanos y
en particular por el mundo artístico en toda su extensión. Fue un gran descubrimiento
porque con ello me di cuenta de lo
necesario que es para la mejora del ser humano moverse en el mundo de la
cultura, de la literatura, el cine, la pintura, la música y en general en todo
aquello que nos ayude a pensar, tener criterio y ser creativos.
Vivimos en una sociedad que solo se preocupa de la
apariencia, de comprar, vender y de todo aquello que produce dinero, lo demás
parece que no sirviera para nada, así nos va.
Relacionarnos con la cultura y la educación son las formas más apreciadas que
tenemos los seres humanos para defendernos de todos aquellos que tratan de
imponernos unas ideologías, todas engañosas y que solo tratan de ocultar la
realidad.
Acabo de leer un libro que a propósito del fondo que he querido transmitir hace referencia a una poesía de Constantino Cavafis que me gustó mucho y que con ella termino mi relato.
Mantén siempre Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Pero no tengas la menor prisa en tu viaje.
Es mejor que dure muchos años
y que viejo al fin arribes a la isla, rico por todas las ganancias de tu viaje,
sin esperar que Itaca te vaya a ofrecer riquezas.
Itaca te ha dado un viaje hermoso.
Sin ella no te habrías puesto en marcha.
Pero no tiene ya más que ofrecerte.
Aunque la encuentres pobre,Itaca de ti no se ha burlado.
Convertido en tan sabio, y con tanta experiencia, ya habrás comprendido el significado de las Itacas.
Cada viaje es hacia alguna Itaca, la que está dentro de nosotros mismos pero no lo sabemos, por eso lo más importante es siempre el viaje -su preparación, su realización y su recuerdo- y no el destino.
ResponderEliminarFrançoise
Cada viaje es hacia alguna Itaca, la que está dentro de nosotros mismos pero no lo sabemos, por eso lo más importante es siempre el viaje -su preparación, su realización y su recuerdo- y no el destino.
ResponderEliminarFrançoise