Siempre tendré como referencia a mi madre mujer luchadora que como otras tantas mujeres desde la escasez sacó adelante a su familia con el trabajo y el esfuerzo de cada día.
Un día conversando con ella me recitó alguna de las poesías que había aprendido de pequeña y que aún recordaba,Hubo una que me llamó la atención.La grabé en un video que conservo y aquí la transcribo para recordarla.
A la orilla de un pozo,
sobre la fresca yerba,
un incauto mancebo
dormía a pierna suelta.
Gritóle la fortuna:
«Insensato, despierta;
¿No ves que ahogarte puedes,
a poco que te muevas?
Por ti y otros canallas
a veces me motejan,
los unos de inconstante,
los otros de adversa.
Reveses de fortuna
llamáis a las miserias;
¿Por qué, si son reveses
de la conducta necia?»
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