Apolo y Dafne
Salí a la vida y lloré.
Sentí una caricia y me calmé.
Crecí en la calle y aprendí.
De la belleza y la música me entusiasmé.
Con las miserias de la vida me decepcioné.
De la mirada del que pide me pregunté.
Del sufrimiento no se que hacer.
Oí la música de tu voz y la escuché.
Sentí tus senos y estremecí.
Dejaste tu puerta entornada y entré.
La vereda que marcaban recorrí.
El tiempo pasaba y le acompañé.
Los amigos se fueron y recé.
El frío del invierno soporté.
Sin darme cuenta, sin darme cuenta.
Sin darme cuenta, me iré.
Chema Menéndez
Describiste una vida entera en unos versos.muy bien. Tienes madera. Un saludo
ResponderEliminarEspectacular Chema. Me ha emocionado mucho. Todos deberíamos hacer el ejercicio de resumir nuetra vida para ver si con lo que nos queda podemos, al menos, hacer algo de provecho. Enhorabuena
ResponderEliminarPrecioso querido amigo!!!, esta genial, q poeta te me estas volviendo eh, sigue deleitandonos con tus artes... un besito
ResponderEliminarApreciado Chema, es "delicioso", de principio a fín. Se saborea desde el primer párrafo y se disfruta hasta el fín, que acaba sin desearlo, sin darnos cuenta. Qué gran verdad. Felicitaciones y gracias por compartirlo: graciassssss. María Fontes
ResponderEliminarPrecioso! Una excelente descripción de un largo camino andado... y que augura una nueva andadura muy creativa.
ResponderEliminarUn beso, poeta.
Que c'est beau tu est un poète rêveur,là tu vide tes tripes.C'est très joliment dit. Felicitations.Une bise.
ResponderEliminarHermanazo: ¡enhorabuena!, por vivir la
ResponderEliminarvida a tope y, gracias por deleitarnos
con ella.