sábado, 6 de febrero de 2021

La jubilación por el arte y la literatura



En mi jubilación se despertó el interés por el arte y la literatura junto al estudio de las nuevas formas de entender la vejez con la ventaja de ser protagonista en el vivir de cada día.
El pasado mes de Octubre participé en la tertulia literaria online del “Café Gijón”dirigida por Justo Sotelo y allí tuve la suerte de conocer a Rafael Soler que presentaba su libro “Necesito una isla grande”. Cuando leí la excelente novela de Rafael Soler me di cuenta de que en ella se ponía de manifiesto la problemática de la vida en residencias de las personas mayores que ahora en los días de Pandemia después de lo vivido las instituciones se ven obligadas a encontrar otras soluciones tanto económicas como sociales crear entornos donde las personas mayores puedan llevar adelante no solamente su proyecto de vida sino también un trato digno y equitativo.
Cuento todo esto para poner de manifiesto que leer literatura nos sirve para pensar y abrirnos la mente todo ésto en la novela de Rafael Soler se hace realidad.
El libro “El último Gin-Tonic” de Rafael Soler acaba de llegar a mi domicilio con una amable dedicatoria que agradezco profundamente.Leeré con atención su narrativa sobre los vínculos familiares en la que se dan cita la incomunicación, la traición, las lealtades encubiertas, la muerte, el amor y los deseos truncados.Al fin y al cabo como la vida misma. 
 

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